top of page

Mis emociones: ¿amigas o enemigas?

  • Foto del escritor: M.A. Julio Méndez Salazar
    M.A. Julio Méndez Salazar
  • 6 dic 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 dic 2023

¿Te ha pasado que vas a un seminario, ves algún video inspirador o lees algo edificante y piensas: “¡Ajá, ahora todo tiene sentido!...” o “¡Esta vez sí va a cambiar mi vida!..”


Tal vez han tenido la intención de enseñarte acerca de cómo controlar tus pensamientos. O que por medio de unos mantras o autoafirmaciones vas a aprender a lidiar con tu estado de ánimo. Quizás te han dicho que eres capaz de adoptar una mentalidad de ganador o ganadora cuando tú te lo propongas.


Todo lo mencionado tiene sentido, pero, ¿por qué nos cuesta tanto ponerlo en práctica? ¿Por qué a la hora de una dificultad nos sentimos totalmente invadidos y agobiados por las emociones?


Para responder esta pregunta hay que entender la naturaleza de las emociones. ¿Son las emociones buenas o malas? A muchos de nosotros nos enseñaron desde pequeños a evitar ciertas emociones. Recuerdo a un familiar que me decía: “Los hombres no lloran”, o “no estés triste, de nada te sirve estar así”, o “no te enojes, ve y distráete un poco”


Con comentarios como esos, lo único que sucede es que desarrollamos miedo o aversión ante las emociones que puedan resultar incómodas; y eso, puede resultar dañino. Nos pasamos la vida reprimiendo y huyendo de nuestras emociones y creemos que así seremos más productivos y plenos.


Ahora, ¿qué tiene que ver eso con controlar los pensamientos, adquirir una mentalidad de éxito o cualquier otra meta que nos propongamos? Mucho.


Hasta que no aprendamos a hacer la paces con nuestras emociones, no lograremos manejarlas. ¡Tener una relación de amistad con nuestras emociones es la base de TODO!


Cuando hablamos de inteligencia emocional nos referimos muy a menudo a 5 componentes:

  1. Conciencia emocional → Reconocimiento, comprensión e identificación de nuestras emociones.

  2. Regulación emocional → Expresión y manejo adecuado de las emociones.

  3. Motivación → Motivos por los que actuamos de determinada manera.

  4. Empatía → Comprensión de los demás.

  5. Habilidades sociales → Capacidad para relacionarse apropiadamente con otros.

La razón por la que "conciencia emocional" es la primera en la lista es por su gran importancia. Esta habilidad es la base de la inteligencia emocional. Significa que reconozcamos la emoción que nos invade, y la identifiquemos con nombre y apellido.



ree


¿Qué pasaría si empezamos con el cuarto componente, empatía? Claro que se puede, pero ¿que tan efectivo es? ¿Qué tan empáticos podemos ser sin antes conocernos a nosotros mismos y a nuestras emociones? ¿Cómo ayudar a los demás si no hemos trabajado en nosotros mismos?


Todo tiene lógica, pero ¿cómo le pedimos perdón a las #emociones que hemos ignorado y demonizado por tanto tiempo? Por suerte, la emociones no son rencorosas... (a no ser que hablemos de algún tipo de ira o enojo…).... :)


Cuando enfrentas una situación difícil y sientes que no tienes control, es el momento adecuado para hacer una pausa y reconciliarte con la emoción que salga a la superficie en ese momento.


Si deseas lograr conciencia emocional, te recomiendo seguir estos pasos:

  1. Detente, respira y presta atención a los cambios y sensaciones en tu cuerpo (expresiones faciales, cambios de temperatura y ritmo cardiaco, incremento/disminución de energía, etc.).

  2. Dale un nombre específico a la emoción (enojo, tristeza, miedo, etc.), y ¡salúdala!

  3. Permítete sentir la emoción sin juzgarla. Es válido sentirte así.

  4. Identifica lo que pudo desencadenar o provocar la emoción.

  5. Respira de nuevo y toma un momento adicional antes de actuar o tomar decisiones.

Poner en práctica estos pasos te dará la oportunidad de aliarte con tus emociones y tener mayor claridad para actuar adecuadamente.


Ahora viene el paso 2: expresar y regular apropiadamente tus emociones, ¿estás list@? (Link blog 2)


Comentarios


bottom of page